Estímulo a la economía local por medio de la operación empresarial

Las empresas pueden dinamizar la economía de las zonas más afectadas por el conflicto armado mediante dos estrategias: i) localizando sus operaciones en los territorios prioritarios en el posconflicto o ii) incluyendo dentro de su cadena de valor a poblaciones y productores que están radicados allí. Estas dos condiciones se pueden dar al mismo tiempo o por separado.

Por lo general, la localización de las operaciones empresariales en un territorio específico conduce a la contratación de mano de obra local y a la compra en establecimientos locales (al menos para las labores y las demandas más básicas), de manera que se impulsan algunas actividades locales por medio de la actividad misional de la empresa principal. El impacto en la economía local difiere entre sectores; por su naturaleza y tecnología de producción, la industria textil y la construcción, por ejemplo, generan más empleo para los locales y realizan más compras en establecimientos regionales que sectores como el comercio marítimo y la minería de oro a cielo abierto.

Incluso si operan en territorios diferentes a los prioritarios para el posconflicto, las empresas pueden contribuir a la paz al vincular a población vulnerable a su cadena de valor, pues pueden comprarles insumos y materias primas, vincularlos como distribuidores de sus bienes y servicios o darles la opción de convertirse en sus clientes y consumidores. Esto será posible si en el posconflicto se garantizan las condiciones mínimas (como la seguridad y la infraestructura) para la integración de los mercados de los municipios más grandes con los de los municipios de las zonas priorizadas.

Cacao Hunters es una empresa reconocida en el mundo por la alta calidad del cacao que utiliza en sus chocolates. Por medio de una iniciativa privada de carácter social y con apoyo estatal, la empresa ha logrado posicionar el cacao proveniente de Tumaco (Nariño) en mercados de Estados Unidos, Europa y Asia. En particular, la operación de Cacao Hunters en Tumaco –un municipio que ha sido gravemente afectado por el conflicto armado y hoy es el mayor productor de coca de Colombia– es un ejemplo de construcción de paz desde el sector empresarial, pues ofrece a campesinos y a comunidades afrodescendientes afectadas por la violencia la oportunidad de participar activamente en una iniciativa empresarial legal de gran magnitud, al tiempo que se convierte en una oportunidad para luchar contra los cultivos ilícitos, bien evitando sembrar más coca o bien promoviendo la sustitución de cultivos ilícitos por cacao. Al tiempo, Cacao Hunters obtiene un insumo de alta calidad y en las condiciones requeridas para la producción de chocolate premium.

Wok es un restaurante que, en Bogotá y Chía (Cundinamarca), ofrece platos representativos de la comida japonesa, tailandesa, vietnamita y camboyana, entre otros, y que se ha destacado en el mercado nacional por su estrategia de oferta de comida saludable, responsable y sostenible. Uno de sus proyectos insignes es su relación comercial con Redefrío, una asociación de pescadores en Bahía Solano (Chocó). En alianza con la Fundación Marviva Colombia, Wok promueve la producción sostenible de pescado asegurando la compra de productos que cumplan con prácticas de pesca responsable y transmitiendo el mensaje a todos sus empleados, a quienes además les da la oportunidad de visitar el territorio para vivenciar el proceso de pesca artesanal.

La relación Wok-Fundación Marvina-Redefrío es de gana-gana, puesto que además de aumentar significativamente los ingresos de los pescadores vinculados y contribuir a la mejora de su calidad de vida, la empresa adquiere en el mercado local y a mejor precio el producto que antes importaba. Por su parte, la Fundación capacita a los pescadores artesanales y garantiza que los productos sean extraídos de la mejor forma, sin afectar especies en vías de extinción y promoviendo la conservación de especies marinas, al tiempo que los pescadores de Redefrío reciben capacitaciones en procesos de calidad y mejoramiento de la infraestructura requerida para su actividad.

En las entrevistas realizadas en el marco de esta iniciativa, se identificó que los empresarios en Colombia tienen altas expectativas acerca de los beneficios económicos que pueden materializarse a raíz de la implementación de los acuerdos de paz. Estos beneficios pueden dividirse en dos grupos: macroeconómicos y microeconómicos. Los primeros se relacionan con el posible aumento de la inversión extranjera directa que recibe el país, sobre todo en sectores que tradicionalmente estuvieron afectados por las dinámicas del conflicto armado (como el minero-energético y el turístico), así como con el mayor crecimiento de la economía nacional, derivado del aumento en el consumo privado y de la redirección del gasto público de la seguridad y la defensa hacia la infraestructura y la satisfacción de necesidades básicas de la población. Por su parte, los beneficios microeconómicos están relacionados con la disminución de los costos de operación de las empresas en razón de la merma en los gastos de seguridad privada y de respuesta a atentados a la infraestructura. Así mismo, están relacionados con la apertura y la extensión de mercados, en el sentido de que aumentará el número de personas que participan en las transacciones de bienes y servicios y se ampliarán los territorios en donde estas se realizan, en especial en aquellas zonas que estaban vetadas o eran muy riesgosas por las dinámicas del conflicto armado.

En suma, el posconflicto es un escenario ideal para que las empresas creen valor compartido mediante su operación en las zonas más afectadas por el conflicto armado o la inclusión dentro de sus cadenas de valor de los habitantes y los productores que allí residen.